Aceptar los cambios tal cual que vienen, hacerse uno con el flujo del tiempo, imaginar e inventar las nuevas salidas al laberinto de infinitas desiciones que es la vida, y todo eso sin perder de vista el faro de nuestros objetivos.
Vaya que es una fácil fase de la vida; cosechar los frutos de lo sembrado durante tantos años, ver el confort y la seguridad del mundo de los padres, coger la perilla y salir al mundo real, aquel en el los principios tienen precio y la dignidad del espíritu se ve puesta a prueba constantemente.
Un semestres más que se termina, una puerta que se cierra; un epílogo, una oportunidad de descansar y sanar las heridas, el fin del camino esta cerca y el tiempo apresura, pero esta noche, sea para disfrutar la vida mientras se pueda.
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