viernes, 22 de mayo de 2009

Memorándum, trece, pasarla bien mientras se pueda

Debo admitir que desconozco gran parte de la obra del finado Mario Benedetti.
Debo admitir también que la rabia, la impotencia y aún alguna lagrimilla brotaron en mi al leer hace algunos ayeres la obra de teatro del uruguayo, Pedro y el Capitán.

A pesar de que muchos otros libros he leído desde entonces, aún recuerdo la manera en la que se nos sumerge a fuerza de una prosa excepcional en un mundo terrible, desolador, dónde no existe ni el bien ni el mal, solo el deber ser, solo la lealtad, que ponen enemigo frente a enemigo en una guerra tanto física como mental.

A través de la historia de Pedro, guerrillero capturado y torturado por las fuerzas del orden y la justicia de alguna respetable dictadura sudamericana, se niega a traicionar su causa, a sus hermanos de combate y a su pareja ante un Capitán entrenado en las mejores artes de la tortura psicológica.

Durante el transcurso de la obra, los roles de acusador y acusado cambian, el personaje de la víctima es intercambiado una y otra vez, el torturador termina torturado, dos bestias luchando cada una por su supervivencia.

De lectura obligada para cualquier persona interesada en la cultura latinoamericana, es fácil de conseguir en cualquier biblioteca, menos en la de la facultad por supuesto. Ya que nos relata terribles experiencias acontecidas en nuestros países; si bien en México no hubo una dictadura como tal, en el sentido latinoamericano del término; el Estado Mexicano no se abstuvo de cometer crímenes de Estado atroces, la matanza de estudiantes en la plaza de las tres culturas, así como nuestros propios desaparecidos de la guerra sucia, siguen clamando por justicia.

Corresponde a nuestras generaciones dar fin a la incertidumbre, rasgar las heridas que apenas cicatrizan y sacar el veneno que aún queda dentro de ellas.
 

1 comentario:

cety dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, la verdad es que también te recomiendo Primavera con una esquina rota de Mario Bennedetti y cualquier otro libro de este autor, a mi me gusta mucho.

Creo que nos ha dejado un gran legado como un personaje que vivió las dictaduras y también fue víctima de ellas,así que en cada escrito deja esa sustancia de su propia experiencia. Respetable escritor, descance en paz.